Desde el mes de febrero se está viviendo una controversia en lo que respecta a la custodia compartida de hijos, todo esto producto de la decisión tomada por la Audiencia de Barcelona, con lo cual se dejaba a un lado la exclusividad de la guarda y custodia de los pequeños solo a la madre.
Como es bien sabido, son las mujeres madres las que desde siempre se han hecho cargo del cuidado se sus hijos, aun en pleno siglo XXI muchas son las que solicitan disminución de su jornada laboral para atender a sus familia, y existen muchas otras que ni siquiera trabajan, aquellas que se dedican completamente a sus pequeños.
Con esta situación, son muchos los padres que al separarse de su pareja cometen el grave error de también hacerlo de sus hijos. Pero no todos son así, existe un grupo de hombres bastante significativo (y va en aumento) que comparte la crianza de sus hijos, ya sea en educación, salud, recreación, entre otros.
La decisión de los jueces de familia siempre estará orientada a causar el menor daño a los niños tras la separación de sus padres. Si fue la madre quien se ocupo más de ellos, pues es quien obtendrá la responsabilidad de cuidarlos; pero en muchos casos son las mismas madres quienes a través de engaños y mentiras hacen que los padres queden alejados del hogar y por ende de sus hijos, al punto de utilizar a los más pequeños como motivo de venganza en contra de su pareja.
Esto ha dado pie a que muchos padres reaccionen y protesten en contra de ciertas decisiones que no los favorecen, aquellos que están interesados en cuidar de sus hijos, aunque para algunos la finalidad no es la custodia sino simplemente ganarle al otro, porque el que se va del hogar debe lógicamente contribuir para solventar los gastos de los niños, por lo que pierde bastante.
Si bien es cierto que en estas peleas una de las partes sale ganando, sin lugar a dudas los más afectados son los hijos. Según algunos psicólogos esas decisiones causan malestares en los pequeños, como depresiones, agresividad, vómitos, dolor de cabeza, trastornos en la conducta de los adolescentes, entre otros. Es por esto, que se hace necesario que los progenitores sean capaces de separar los problemas, de su función como padres; no es solo el hecho de decidir con quien se queda el niño o donde va a vivir, es algo más que eso, lo ideal sería que los padres se respeten y se entiendan de una mejor manera de ahora en adelante, para evitar causarles más daños a quienes no tienen la culpa de nada.
Una manera bastante viable para que los niños no sientan tan drásticamente los cambios sería, llevarlo o buscarlo al colegio, compartir actividades extraescolares, estar en todas las celebraciones del pequeño, comer juntos, en fin sería perfecto que cada pareja se organice de la mejor manera posible y siempre en busca del beneficio de los hijos.